viernes, 29 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
¡Huy! Ya se enteraron; ellos son los que me ayudan a preparar las clases. También les encanta jugar.
Anímate y participa del
"I Concurso de fotos divertidas por la Semana de la vida animal".
Selecciona una o dos fotos de tu mascota, las más divertidas o artísticas posible. Envíalas a mi correo personal; no olvides colocar tu nombre, el de tu mascota y describir lo que está sucediendo en la toma. Se publicará solo una foto por alumno (a).
Se premiará a los dos primeros lugares.
Apúrate, pide permiso a tus papis, coge el celular, cámara, tablet, etc. y conviértete en todo un fotógrafo profesional. El plazo para enviarla será solo hasta el domingo 10 por la tarde; ya que el lunes deberán publicarse a los ganadores. Éxitos en esta aventura.
...y Zakumi
Y este es el único "ratón" que pudo atrapar Saori.
"I Concurso de fotos divertidas por la Semana de la vida animal".
Selecciona una o dos fotos de tu mascota, las más divertidas o artísticas posible. Envíalas a mi correo personal; no olvides colocar tu nombre, el de tu mascota y describir lo que está sucediendo en la toma. Se publicará solo una foto por alumno (a).
Se premiará a los dos primeros lugares.
Apúrate, pide permiso a tus papis, coge el celular, cámara, tablet, etc. y conviértete en todo un fotógrafo profesional. El plazo para enviarla será solo hasta el domingo 10 por la tarde; ya que el lunes deberán publicarse a los ganadores. Éxitos en esta aventura.
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Saori...
...y Zakumi
Y este es el único "ratón" que pudo atrapar Saori.
2° semana de noviembre: "Semana de la vida animal"
Segunda Semana de NoviembreSemana de la Vida Animal
La Semana de la Vida Animal nos invita a reflexionar sobre el rol de la sociedad respecto a los animales. El 4 de octubre también se celebra el Día Mundial de los Animales y es un motivo más para sensibilizar a las personas y propiciar una convivencia armónica con la naturaleza.
Un hombre que entregó su vida en defensa de los animales fue San Francisco de Asís. Él nos enseñó a amarlos y dijo que son seres que merecen todo nuestro respeto y protección. Por ello, este santo fue declarado patrón de los ecologistas y de los animales por el papa Pablo VI. No fue un ecologista en el sentido moderno pero realizó una sorprendente labor en favor de los animales.
Es un momento propicio para meditar y reafirmar nuestra posición en defensa de los animales. La oportunidad también sirve para realizar un balance sobre el tema y preguntarnos cómo es nuestra convivencia con los animales. El resultado, lamentablemente, es desfavorable para el hombre, pues comete una serie de excesos contra la vida animal.
Pocos conocen la legislación internacional que defiende los derechos de los animales, la que se plasma en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales. En el preámbulo de este documento se indica que el hombre ha cometido crímenes contra la naturaleza y los animales y se convierte en el principal agente que destruye la vida animal. Para ello se vale de cualquier medio y pretexto.
La educación nos permite respetar y dar amor a los animales, que forman parte del mundo en que vivimos. El respeto a estos seres esta íntimamente vinculado con el respeto hacia uno mismo. Es decir: el trato que damos a los hombres debe ser el mismo que debemos otorgar a los animales. Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen derechos –a la existencia, atención, cuidados, protección y respeto–; por ello, no se debe permitir su exterminio o explotación.
Los animales tienen el derecho inalienable a vivir libremente en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático. No pueden vivir en cautiverio; menos aún sometidos al maltrato o al descuido. Ellos necesitan una esmerada atención porque mejoran nuestro mundo y nos brindan una serie de recursos que permiten la existencia humana. Sin embargo, en el proceso de aprovechamiento de los recursos, los hombres terminan por depredarlo todo y generan la extinción de algunas especies y la huida de otras, las cuales deben adaptarse a nuevas formas de vida.
La crueldad aplicada contra los animales llega a ser espantosa y dolorosa. Ejemplo bastan y sobra, y podemos verlo con los toros, gallos, osos, delfines, elefantes, lobos de mar y pingüinos. Esa crueldad y violencia nos coloca en una escala inferior.
A pesar de ello, es necesario cuestionarnos sobre una serie de actitudes humanas. ¿Conocemos los derechos de los animales? ¿Los respetamos? ¿Hemos mejorado nuestra relación con respecto a ellos? Varias de estas preguntas quedarían sin respuesta porque, a pesar de que existe una importante cantidad de entidades defensoras de los animales, el daño causado es enorme.
Un hombre que entregó su vida en defensa de los animales fue San Francisco de Asís. Él nos enseñó a amarlos y dijo que son seres que merecen todo nuestro respeto y protección. Por ello, este santo fue declarado patrón de los ecologistas y de los animales por el papa Pablo VI. No fue un ecologista en el sentido moderno pero realizó una sorprendente labor en favor de los animales.
Es un momento propicio para meditar y reafirmar nuestra posición en defensa de los animales. La oportunidad también sirve para realizar un balance sobre el tema y preguntarnos cómo es nuestra convivencia con los animales. El resultado, lamentablemente, es desfavorable para el hombre, pues comete una serie de excesos contra la vida animal.
Pocos conocen la legislación internacional que defiende los derechos de los animales, la que se plasma en la Declaración Universal de los Derechos de los Animales. En el preámbulo de este documento se indica que el hombre ha cometido crímenes contra la naturaleza y los animales y se convierte en el principal agente que destruye la vida animal. Para ello se vale de cualquier medio y pretexto.
La educación nos permite respetar y dar amor a los animales, que forman parte del mundo en que vivimos. El respeto a estos seres esta íntimamente vinculado con el respeto hacia uno mismo. Es decir: el trato que damos a los hombres debe ser el mismo que debemos otorgar a los animales. Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen derechos –a la existencia, atención, cuidados, protección y respeto–; por ello, no se debe permitir su exterminio o explotación.
Los animales tienen el derecho inalienable a vivir libremente en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático. No pueden vivir en cautiverio; menos aún sometidos al maltrato o al descuido. Ellos necesitan una esmerada atención porque mejoran nuestro mundo y nos brindan una serie de recursos que permiten la existencia humana. Sin embargo, en el proceso de aprovechamiento de los recursos, los hombres terminan por depredarlo todo y generan la extinción de algunas especies y la huida de otras, las cuales deben adaptarse a nuevas formas de vida.
La crueldad aplicada contra los animales llega a ser espantosa y dolorosa. Ejemplo bastan y sobra, y podemos verlo con los toros, gallos, osos, delfines, elefantes, lobos de mar y pingüinos. Esa crueldad y violencia nos coloca en una escala inferior.
A pesar de ello, es necesario cuestionarnos sobre una serie de actitudes humanas. ¿Conocemos los derechos de los animales? ¿Los respetamos? ¿Hemos mejorado nuestra relación con respecto a ellos? Varias de estas preguntas quedarían sin respuesta porque, a pesar de que existe una importante cantidad de entidades defensoras de los animales, el daño causado es enorme.
1° Semana de noviembre: "Semana Forestal"
comunidades.
¡Sólo cuidando nuestros jardines, parques, bosques, parques nacionales, mejoraremos la calidad ambiental y recuperaremos el ecosistema!
Semana Forestal Nacional del 05 al 11 de noviembre
Durante la primera semana de noviembre de cada año, se celebra en el Perú
la “Semana Forestal”.
Su objetivo, es el de sensibilizar y hacer reflexionar a la población, sobre la importancia de preservar nuestros bosques y nuestros árboles, ya que son los únicos que permiten crear un ambiente más puro y saludable.
El Perú es un país forestal por excelencia, posee 70 millones de hectáreas de bosques tropicales, pero se ha visto devastado por una indebida explotación, lo
que ha dejado extensas áreas deforestadas, afectando el ecosistema y sus comunidades.
¿Sabías que...?
La hectárea es conocida también como hectómetro cuadrado o hm².
El prefijo "hecto" significa cien (100) por lo tanto "hectárea" equivale a 100 áreas. Un área equivale a 100 metros cuadrados o sea que una hectárea = 100 x 100 metros cuadrados = 10000 metros cuadrados. Su símbolo es ha,tanto en singular como en plural. Al ser éste un símbolo, nunca debe llevar punto (a menos que la puntuación corresponda al final de una frase).
Se utiliza para medir superficies rurales, bosques, plantaciones y demás extensiones de terrenos naturales.
¿Interesante?Ahora, reflexionemos con estos videos, ¿los recuerdan? Muy tristes e impactantes, pero lamentablemente ciertos.
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